sábado, 9 de octubre de 2010

Plaça del Milicià Desconegut

La plaza de Sant Josep Oriol conserva aún esta pintada realizada en 1936.


Un paseo por las calles de cualquier ciudad nos puede deparar muchas sorpresas. Las fachadas de los edificios muestran a menudo a los observadores más atentos rastros de la historia más o menos reciente. Barcelona es un buen ejemplo. En la plaza de Sant Josep Oriol, en el muro lateral de la iglesia de Santa Maria del Pi, encontramos esta curiosa inscripción que reza: 'Plaça del Milicià Desconegut'. Fue realizada en 1936, en los primeros meses de la guerra civil, cuando el Comité Central de les Milicies Antifeixistes de Catalunya se hizo amo de la situación y envió las primeras columnas de milicianos voluntarios a luchar al frente de Aragón para tratar de sofocar a las fuerzas sublevadas el 18 de julio. La inscripción en la plaza hace referencia a los primeros milicianos caídos en esa lucha contra el fascismo.

La formación del poder revolucionario supuso el cambio de otros nombres de calles y plazas de la capital catalana. Otro ejemplo de esta modificación del nomencátor lo encontramos en el barrio de la Barceloneta, donde la calle de Sant Miquel, que fue rebautizada con el nombre del miliciano Miquel Pedrola.

La pintada con el nombre del anarquista Miquel Pedrola, hace unos diez años. Ahora ha sido restaurada.

Recientemente, por iniciativa del historiador barcelonés Dani Cortijo, esta inscripción fue restaurada. Miquel Pedrola estuvo vinculado al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), falleció en el frente de Aragón en agosto de 1936, a los 21 años, y era hijo de un cómico de la Barceloneta.

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